Filosofía Higienista
El higienismo nace como herramienta que da respuesta al mantenimiento y restauración de la salud de una forma anticipada, antes que se establezcan el proceso de enfermedad con firmeza, manifestando y magnificando los síntomas, momento en el que ya somos enfermos.
La práctica del higienismo es definida como: El conjunto de actos intrínsecos y naturales a la constitución del ser humano y no creados, encaminados a preservar y restablecer la salud plena en todos sus aspectos, siguiendo el orden fisiológico y orgánico en equilibrio con las leyes de la naturaleza humana.
El higienismo como ciencia, trata de estudiar, cuantificar y cualificar estos actos, dando respuesta científica a los mismos. Es también tarea del higienismo divulgar y proponer las prácticas higienistas como pauta de vida saludable, dentro del marco de acción de la educación para la salud, colaborando estrechamente en la prevención del estado de enfermedad.
Las pautas del higienismo son por lo tanto actos esencialmente naturales, intrínsecos a las necesidades básicas de la fisiología de nuestro organismo, encaminados a, descongestionar, impulsar, alimentar, oxigenar y facilitar todas las funciones celulares y metabólicas.
A lo largo de la historia encontramos numerosos ejemplos de culturas que practicaron el higienismo: Los Esenios, los Hunzas, los Vilcabambos etc. Grupos que han destacado por su extraordinaria longevidad y por su elevado nivel de salud. Grandes personajes de la historia como Pitágoras, Hipócrates, Leonardo da Vinci o Mahatma Gandhi, entre otros, fueron defensores de esta ciencia de vida sana.
Desde 1820 están sentadas sus bases y definidos sus principios. La palabra higienismo viene del griego “Higeia o Higía” nombre de la diosa griega consagrada a la salud, se entiende como “arte de vivir”. De donde surge la palabra higiene y de esta el higienismo, método práctico de los actos naturales que proporcionan salud.
Esta ciencia además, estudia las condiciones óptimas para que nuestro organismo desarrolle una salud plena. Sus enseñanzas han sido sacadas a partir de la observación e investigación de la naturaleza, de todas sus formas de vida, de la biología, anatomía, fisiología y psicología del ser humano, en la experiencia de la evolución de la humanidad y en la propia experimentación tras 200 años de higienismo y milenios de observación y aprendizaje.
El propósito evidente del higienismo es crear el marco idóneo de alimentación, ejercicio y relación en todos los planos de la persona, así conseguiremos paliar, al menos en parte, la degradación de la salud que el mismo ser humano se inflige a si mismo alterando desfavorablemente el alimento, el agua y el aire que respira hasta llegar al estado de enfermedad.